Diseño de instalaciones y distribución de planta
Los ingenieros industriales diseñan y optimizan el diseño de instalaciones industriales, teniendo en cuenta factores como la distribución de equipos, la logística interna y la capacidad de producción.
La distribución en planta se refiere a la disposición física de los elementos dentro de una instalación, ya sea industrial o de servicios. Esta disposición incluye el espacio necesario para movimientos, almacenamiento, personal directo o indirecto y todas las actividades que se realicen en dicha instalación. Esta distribución puede aplicarse tanto en instalaciones existentes como en aquellas que estén en proyecto.
Específicamente las ventajas una buena distribución redundan en reducción de costos de fabricación como resultados de los siguientes beneficios:
Reducción de riesgos de enfermedades y accidentes de trabajo
La seguridad se considera desde el inicio del diseño y es fundamental en la distribución, lo cual implica evitar obstrucciones en los pasillos, eliminar zonas de riesgo, reducir posibles accidentes por resbalones, mejorar la ventilación, la iluminación y la salubridad en general.
Mejora la satisfacción del trabajador
Mediante un enfoque detallado en el diseño y la distribución, se resuelven los pequeños problemas que afectan a los trabajadores, como la exposición directa al sol o las sombras en el entorno de trabajo. Al abordar estos aspectos, se mejora la moral del personal al percibir que la dirección se preocupa por su bienestar.
Incremento de productividad
Un diseño y distribución eficientes pueden impactar positivamente en diversos aspectos que contribuyen a aumentar la productividad en general, como reducir movimientos innecesarios y mejorar la eficiencia de los colaboradores, entre otros beneficios.
Optimización de espacio
Al reducir las distancias de desplazamiento y organizar de manera eficiente los pasillos, almacenes, equipo y personal, se optimiza la utilización del espacio. Es recomendable considerar la utilización de múltiples niveles para aprovechar la tercera dimensión, lo que resulta en un ahorro de superficie.